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EDICION DE NODO
El 1 de mayo de 1902 nació el Banco Español de Crédito (Banesto) con un capital social de 20 millones de pesetas. El promotor del banco fue un grupo francés presidido por Gustavo Pereire, administrador de la Compañía de Caminos del Norte de España. A esta iniciativa se unieron Cayetano Sánchez Bustillo y León Cocagne (subdirector del Banco Hipotecario de España) en representación de un conjunto de inversores españoles.
No obstante, sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando una sociedad bancaria española de capital francés decidió constituir la Sociedad General de Crédito Mobiliario Español. La institución, creada por Isaac Pereire, tenía una cartera de inversiones constituida por la cobertura de déficit presupuestario español.
El Banco tuvo su primera sede en el Paseo de Recoletos de Madrid y sus primeras sucursales se abrieron en plazas exportadoras mineras, como eran Almería, Linares (Jaén) o La Carolina (Jaén). En el extranjero, Banesto abrió una sucursal en París, donde comenzaron a cotizar sus acciones.
La entidad comenzó una etapa de crecimiento con la apertura de nuevas sucursales, con la absorción de otros bancos comerciales: Valencia, Burgos, Oviedo, el Banco Gijonés de Crédito o el Mercantil de las Américas.
A partir de los años cincuenta tomó el control del Banco de Vitoria y en los años sesenta creó el Banco de Desarrollo Económico Español (Bandesco).
Entre los años sesenta y ochenta Banesto fue líder de la Banca junto a la Compañía de Seguros La Unión y el Fénix Español, Jaime Gómez-Acebo Modet, Marqués de Deleitosa, José María Aguirre Gonzalo y Pablo de Garnica Mansi, fueron Presidentes de la Entidad. En el año 1987, y en concreto el mes de Noviembre, el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) realizó una oferta de fusión que Garnica Mansi, quien, por aquel entonces presidente de Banesto, rechazó. El día 30 de ese mismo mes la opa se hizo hostil y Garnica Mansi cedió la presidencia a Mario Conde.
En 1988 se planteó una fusión con el Banco Central, pero los enemigos de esa operación -los Albertos (Cartera Central) y Javier de la Rosa-KIO- dieron al traste con ella. El Central terminó fusionándose con el Hispano para luego más tarde unirse al Santander y desaparecer como marca.
Entre los años 1987 y 1993, Banesto, vencedor de batallas iniciadas por adversarios que veían un gran negocio, consideraba que sus puntos fuertes eran, principalmente, un potente equipo humano, la gran familia Banesto, una clientela muy fiel y la mayor red comercial bancaria. Fue el periodo en el que la entidad realizó e introdujo una nueva forma de hacer Banca de acuerdo con las nuevas tecnologías y la propia liberalización de los mercados. Y lo más importante: fue la mayor ampliación de capital llevado a cabo por un Banco y que desencadenó en los siguientes acontecimientos.
El 28 de diciembre de 1993 (Santos Inocentes) se inició el principio del fin del Banesto. Fue intervenido por el Banco de España y supuso la suspensión de su cúpula directiva. Fue nombrado presidente el ahora consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz. Fue el año 1994 cuando definitivamente el Fondo de Garantía de Depósitos adjudicó el 73,45% de la entidad al Santander, que confirmó a Sáenz como presidente.
En el año 2002, fue relevado de su puesto por la hija del presidente del Banco de Santander, Ana Patricia Botín, que dejó el cargo en el año 2010 para dirigir la división británica del banco. El actual presidente del banco es Antonio Basagoiti, padre del presidente del PP vasco.
Han pasado 19 años de andadura junto a la casa matriz Banco de Santander, y se ha optado por hacer desaparecer la marca Banesto. El activo más importante del Banco son las personas que, tanto hoy como ayer, lograron, con gran laboriosidad, que su empresa fuera considerada como uno de los grandes bancos nacionales y que, junto a sus familias, ya son parte de la historia de más de un siglo de existencia. Sirvan estas líneas como homenaje de despedida.
Banesto, adiós.